Las cookies de terceros se resisten a desaparecer

En Fun Providers, agencia de comunicación y marketing digital en Barcelona, sabemos de la importancia del mundo online. Un dato muy relevante es que en 2021, el consumo medio diario de internet en España superó las 3,5 horas, aumentando media hora respecto a 2020. La evolución de la conectividad, la expansión de las compras online a todo tipo de productos y servicios y un estilo de vida más apegado a lo inmediato ha desembocado en que el mundo digital va comiendo terreno al físico.
Por todo ello, adquiere una importancia caudal la información que los usuarios ofrecen a empresas y anunciantes sobre su recorrido por la red. A través de ese consiguiente rastro digital, van dejando pistas, a lo Hansel y Gretel, para que el usuario acabe en la casa de chocolate, sin percibirlo de forma intrusiva.
La eterna batalla entre información a los usuarios y datos privados
En este contexto funcionan, de forma eficiente, las cookies de terceros, esos archivos de descarga que van directos hacia el disco duro del dispositivo de navegación, provenientes de un dominio diferente al sitio web que el usuario está visitando en ese preciso instante. Aunque parecían que ya estaban sentenciadas y abandonadas a su suerte, se resisten a desaparecer, por el momento.
Los puristas de la protección de datos las consideran el diablo, mientras que empresas y anunciantes las contemplan como una bendición para poder crear contenidos a medida para los usuarios.
Tercer aplazamiento de Google sobre la desaparición de las cookies de terceros, ahora en 2024
Google, el buscador de internet por excelencia, usado por una amplia mayoría de usuarios, aplaza por tercera vez la desaparición de las cookies de terceros (esta vez hasta el año 2024). Este anuncio se suma a los dos anteriores (el primer aviso -en enero de 2020- sostenía que Chrome dejaría de emplearlas a principios de 2022. En el segundo, un año más tarde, puso la fecha de caducidad en 2023).
¿Y cómo se plantea el futuro sin cookies?
Sin los datos facilitados por los usuarios a través de las cookies de terceros, que muestran su comportamiento de navegación (en los que se refleja el recorrido de subpáginas visitadas de una determinada web), anunciantes, agencias de medios, soportes online y medios de comunicación quedarían a ciegas, sin gozar de la posibilidad de dirigir sus anuncios de forma precisa y efectiva a su target. Por consiguiente, tampoco podría emplear métricas que ayudarían a mejorar todo el proceso, empobreciendo las campañas publicitarias digitales.
Pero no hay que alarmarse. Mientras nos acercamos inexorablemente al 2024, la industria ya está trabajando de forma intensa en un futuro ecosistema cookieless. De entre la multiplicidad de proyectos en marcha existen, en desarrollo, soluciones como Privacy Sandbox de Google (que usa un algoritmo que se ejecuta en el navegador del usuario y analiza al internauta según las web que ha visitado), TCPF de IAB Spain (basada en tráfico no autentificado, en el que el usuario anónimo da su consentimiento en un dominio local) o Goldenfish de Weborama (identifica y analiza el contenido leído por el internauta, creando grupos de audiencia cualificados sin cookies, ID, ni correos electrónicos asociados).
En Fun Providers, agencia de comunicación y marketing digital en Barcelona, atentos al presente y al futuro sacamos lo mejor de las herramientas de marketing online de hoy y mañana. Si te sientes inseguro más allá de una política de anuncios online, te ofrecemos nuestros servicios de consultoría estratégica para saber cómo explorar otras nuevas posibilidades.